Este tratamiento se caracteriza porque utiliza el dióxido de carbono o Co2, el cual se aplica en el tejido subcutáneo por medio de una aguja muy fina (0,3 mm de diámetro). Dicha aplicación se efectúa con un equipo especializado capaz de controlar el volumen de gas con una presión constante durante un tiempo determinado. Tras la aplicación del dióxido de carbono en la piel, el especialista debe dar un ligero masaje en la zona en que se aplicó para que este circule y se distribuya uniformemente. El Co2 utilizado debe ser de tipo medicinal y con un 99% de pureza.
La carboxiterapia tiene su origen en Francia, concretamente en la estación de aguas termales de Royat. En la década de los años ’50, un grupo de médicos desarrolló esta terapia innovadora aplicándola a pacientes con problemas circulatorios y de acumulación de grasas. El doctor Jean Baptiste Romuef, fue uno de los precursores que en el año 1953, publicó un trabajo sobre sus 20 años de experiencia en la aplicación del Co2. Desde esos años, este tratamiento ha sido aplicado en miles de pacientes que confirman la eficacia y la seguridad de este método terapéutico y estético.
De acuerdo a la cirujano plástico de la Clínica Corpórea, Carla Mora, “la carboxiterapia se realiza con un equipo especialmente preparado que regula el tiempo de inyección y monitoriza la dosis de dióxido de carbono que se administrara. El número de sesiones del tratamiento es variable, ya que dependerá del objetivo del tratamiento. No obstante, en general las sesiones van de 8 a 15”, señala.
Dentro de las aplicaciones de este tratamiento se encuentra la carboxiterapia para la celulitis. Acá el dióxido de carbono penetra en forma de gas en el tejido subcutáneo y empieza a actuar de forma inmediata. “Parte de este gas entra en contacto con la grasa y otra parte se dirige hacia los glóbulos rojos donde se pone en contacto con la hemoglobina. En ese momento se produce el llamado efecto Bohr, por el cual la hemoglobina al detectar el Co2 introducido, considera que hay una descompensación en el organismo y reacciona generando más oxígeno a la vez que recoge el dióxido de carbono con el fin de eliminarlo. Todo este proceso, trae como consecuencia una mayor oxigenación y un aumento del flujo sanguíneo en la zona tratada”, asegura Carla Mora.
La carboxiterapia también es utilizada para el rejuvenecimiento facial. “Una correcta circulación sanguínea y un óptimo intercambio de nutrientes es vital a la hora de tener una piel más saludable. La introducción de Co2 en tratamientos faciales ha resultado ser muy beneficiosa a la hora de estimular la formación de colágeno y elastina, vitales para la piel y propiciar una correcta oxigenación del tejido subcutáneo. Este método se aplica en tratamientos de corrección de ojeras, pues al oxigenarse la piel, esta se aclara”, asegura la kinesióloga dermatofuncional de la Clínica Corpórea, Alejandra Balieiro.
La carboxiterapia es utilizada también en el tratamiento de las estrías. Estas lesiones atróficas de la piel se caracterizan por tener una forma lineal y de color blanquecino nacarado. Generalmente, se localizan en la pared del vientre, caderas, nalgas, piernas muslos, brazos, espalda y mamas, y pueden aparecer tanto en mujeres como en hombres. Las causas de las estrías pueden ser muy variables, pero se le ha relacionado generalmente al proceso de crecimiento, al sobrepeso, pérdidas o súbitas de peso, embarazo y patologías como el Síndrome de Cushing.
Si bien, existen muchos tratamientos propuestos para atenuar estas lesiones, no desaparecen del todo. De acuerdo a Alejandra Balieiro, “el tratamiento para las estrías debe realizarse cuando estas aún tienen un color violeta pues los resultados serán mejores. Lo que se busca con los tratamientos es que se reabsorba el tejido fibroso de la cicatriz, y para esto se pretende activar la circulación sanguínea en la zona para favorecer la formación de tejido dérmico normal. Acá, la carboxiterapia es una alternativa médica con resultados extraordinarios, ya que logra atenuar las estrías en un porcentaje verdaderamente alto”.
La carboxiterapia es una técnica muy versátil, ya que ofrece excelentes resultados en tratamientos corporales de eliminación de grasa acumulada y celulitis, así como en tratamientos estéticos tales como la supresión de líneas de expresión, arrugas, estrías y la corrección de ojeras. Cirujanos plásticos y dermatólogos han comprobado sus beneficios y afirman que la correcta utilización de este método no presenta riesgos, ni efectos colaterales.
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