Datos: Consejos para proteger los ojos de la radiación ultravioleta


Llegó la primavera y nuestros ojos lo saben. Junto con las altas temperaturas, también aumentan los índices de rayos UV, que además de ser dañinos para la piel son muy nocivos para nuestra vista. 

“Los efectos más preocupantes se producen en la retina de los ojos y, pese a que este órgano tiene barreras naturales para filtrar la luz, no es suficiente para protegerse de los altos niveles de radiación presentes durante este y los próximos meses”, explica José Pablo Pérez, profesional óptico de Rodenstock. 

Para ello, es importante tomar las medidas de cuidado adecuadas y así evitar riesgos que pudiesen provocar consecuencias a futuro. “Si bien los gorros y sombreros bloquean la radiación ultravioleta, sólo lo hacen en un 50%, razón por la que los anteojos son indispensables”, cuenta el experto. 

Por otra parte, es clave saber elegir los anteojos correctos, algo que muchas personas no hacen y compran los popularmente conocidos como cuneta. Sobre este punto, José Pablo Pérez comenta que “es muy importante usar lentes que tengan filtro UV y comprarlos en lugares confiables, ya que los productos que se venden en la calle muchas veces no tienen la barrera de protección y producen daños aún más graves, dilatando la pupila y aumentando la exposición de los ojos al sol”. 

De acuerdo a lo señalado por el especialista, los anteojos sin filtro UV dejan pasar un espectro de la luz solar que es dañino para las estructuras oculares externas e internas, lo que provoca un riesgo de pérdida de la visión. "La efectividad del cristal para prevenir el daño de la radiación UV radica en que tenga el filtro con protección 100% hasta 400 nanómetros (nm)”, aclara.

Cabe destacar que los cuidados deben extenderse a toda la familia, teniendo especial cuidado con los niños. “Hasta los 10 o 12 años el cristalino es muy transparente, por lo que sus ojos no cuentan con la misma protección que un adulto y se hace necesaria la prevención a tiempo”, concluye José Pablo Pérez.

Pero, ¿cómo saber si los lentes que estoy comprando son los correctos o cumplen con los cuidados necesarios para mis ojos? Rodenstock lo explica en simples cinco pasos:

1.- Evitar comprar lentes en la calle. Comprarlos solamente en ópticas establecidas.

2.- Al ver a través del lente, fijarse que la imagen no se vea deformada

3.- Si al colocarse el lente se siente mareado o con la visión “rara”, no se recomienda usarlo.

4.- En lo posible solicitar que le demuestren la protección UV. Cada óptica debiera tener un comprobador de UV. 



5.- Verificar que tenga alguna certificación de protección UV.

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